El estudio, realizado en Reino Unido, se suma a otros hallazgos que también han aplaudido positivamente el consumo de este tipo de bebidas. Os contamos los últimos descubrimientos.
¿Sos más de té, de café o de ambas? Sea como sea, si sos bebedores habituales de este tipo de brebajes, enhorabuena: es posible que nos esté ayudando a reducir el riesgo de padecer demencia o sufrir un ictus. Esos son los hallazgos recientes que un equipo de investigadores de Reino Unido ha realizado, tras un complejo estudio que ha durado 11 años. Si bien no se puede establecer todavía una clara correlación, lo cierto es que estos son nuevos indicativos de los beneficios para la salud que poseen este tipo de bebidas. Siempre y cuando se tomen con moderación. Los resultados se han publicado en PLOS Medicine.
Té y café: Más hallazgos de sus beneficios para la mente
La metodología, además de haber abarcado más de una década, ha consistido también en lo siguiente: tomar los datos del Biobanco de Reino Unido, que ha estado monitoreando la salud de un grupo de voluntarios durante este 11 años, y proceder a su análisis. Antes de comenzar con el estudio se les preguntó con qué frecuencia tomaban té y/o café, y luego los investigadores se centraron en un grupo de 365.682 personas. Las edades estaban comprendidas entre los 50 y 74 años, sin antecedentes de ictus ni demencia.
De este grupo, en este lapso de tiempo se diagnosticaron 5079 casos de demencia y 10.053 ictus. ¿Lo curioso? Aquellos voluntarios que afirmaron beber entre 2-3 tazas de café al día y 3-5 tazas de té (o una combinación de 4-6 tazas de café y té) fueron los que menos probabilidades presentaban de sufrir demencia o un ictus: contaban con un 28% menos de riesgo de padecer demencia y un 32% menos de sufrir un ictus.
El consumo moderado de té y/o café contaría con beneficios para la mente
“Nuestros hallazgos sugirieron que el consumo moderado de café y té por separado o combinados se asociaba con un menor riesgo de sufrir demencia o un accidente cerebrovascular“, apuntaban los autores. Aseguran que estos resultados pueden ser “de interés” para los médicos que trabajen para prevenir este tipo de situaciones, pero advierten de lo siguiente: “No obstante, queda por determinar si la provisión de dicha información podría mejorar los resultados de los accidentes cerebrovasculares y de la demencia”.
