El cantante pasó por el punto de encuentro de PH, Podemos Hablar y recordó cómo la gente lo juzgaba por su vestimenta, peinado y maquillaje. Además, también habló de la constante pregunta que le hacen en las entrevistas sobre su sexualidad.
La mirada ajena puede generar grandes traumas, especialmente en los primeros años de vida. Ale Sergi, que siempre se caracterizó por su excéntrico look, habló en PH de cómo vivió y sufrió en su adolescencia los comentarios que los demás hacían sobre su sexualidad. “En la calle me gritaban put*”, recordó el cantante de Miranda, que hace seis años está en pareja con Cintia Bustamante, ante la consulta planteada por Andy Kusnetzoff.
“A mí siempre me gustó la música y me copiaba el estilo de los músicos que me gustaban. Me vestía medio friki, era muy fan de The Cure y tenía todo el peinado tipo pan dulce. Estaba medio solito en esa onda. No sé por qué motivo, pero lo hacía igual: me ponía la ropa que quería, el pelo de colores, me maquillaba… Salía a la calle y me gritaban de todo. Me gritaban ‘put*’. Tampoco había mucha imaginación. Nunca me ofendió el ‘put*’ porque nunca entendí que eso pudiera ofender a alguien. Igual no me gustaba nada. No porque piensen que era gay”, arrancó contando en el punto de encuentro.
“Si a alguien más grande le escandalizaba mi aspecto, casi que me gustaba porque me sentía súper transgresor. Pero si alguien de mi propia edad se me cagaba de risa, no me copaba porque era mi onda. Lo sufrí bastante. De hecho, lo he pasado casi toda mi vida. Con el tiempo aprendí a que mucho no me importe, pero te mentiría diciéndote que no me importe en absoluto”, agregó.
En tanto, el conductor del programa de Telefe le recordó que en el inicio de su carrera siempre le preguntaban por su sexualidad en las entrevistas: “Me pasaba cuando era adolescente en mi barrio con la gente que me veía por la calle y ahora que tengo un grupo, unos años después salgo a la tele… ¡me pasa lo mismo! ¡Por lo menos soy consecuente, no engaño a nadie! Sigo en la misma. Ahora ya es otra historia. Pero en ese entonces, en todos los programas preguntaban: ¿Ustedes son gays? ¡Que caraj* te importa, viejo! Es cosa mía… y si fuera, ¿qué problema hay? Había mucho interés por la sexualidad de cada uno”.