Familiares y amigos empiezan a dar recomendaciones sobre qué pueden y no deben hacer. Se trata de uno de los rubros más abordados y hay un intenso debate al respecto.
¿La cervecita si o no? Es una de las dudas más frecuentes a la hora de transitar un embarazo. Que tanto alcohol se puede consumir o si se debe dejarlo por completo se lo han preguntado todas las mujeres, y cada una tuvo una experiencia diferente. Muchos mitos y verdades rondan por ahí y hay mucho debate al respecto, pero sucede que ni la ciencia se pone de acuerdo a la hora de hablar sobre alcohol en embarazos.
British Medical Journal, una de las más longevas publicaciones médicas del mundo, lanzó en su web un suculento debate sobre la cuestión. Mientras que la pediatra jubilada Mary Mather y la investigadora del Centro de Investigación Integral Biomédica de Guy y St. Thomas’ NHS Foundation Trust y el Kings College de Londres, Kate Wiles, concluyen que se debería apostar de forma clara por la abstención, el catedrático en Obstetricia y Ginecología en el hospital de enseñanza University College, en Londres, Patrick O’Brien piensa que no deberíamos asumir que las mujeres embarazadas no pueden entender las evidencias.
Los especialistas se dividen en dos bandos. Las mujeres sostienen firmemente que hay que abstenerce completamente, mientras que el ginecólogo O’Brien explica las razones de porqué no es necesario renunciar al alcohol.
Sí, según Mary Mather y Kate Wiles
Pediatra e investigadora sustentan su oposición al consumo: “Cerca de 4.000 artículos publicados confirman la teratogenicidad del alcohol. No hay evidencias de que el alcohol sea beneficioso para el embrión y el desarrollo fetal. La teratogenicidad ha sido concluyentemente mostrada en estudios clínicos, conductuales y epidemiológicos, los efectos teratogénicos, que no han sido refutados, incluyen el síndrome alcohólico fetal, el retraso mental, anomalías del desarrollo y el comportamiento y un bajo peso al nacer”.
“Los estudios clínicos no pueden detectar pequeños efectos en el desarrollo cerebral. Es imposible asegurarle a una mujer que bebe moderadamente durante el embarazo que el alcohol no causa un pequeño descenso del cociente intelectual de su hijo. Un metaanálisis de 2014 mostró que el consumo de tan solo dos vasos de vino en todo el embarazo puede afectar negativamente al comportamiento del niño y sus resultados en la escuela”.
“Una revisión sistemática de datos, que informaban de la posición de NICE, llevó a la conclusión de que las pruebas sobre el consumo moderado de alcohol en el embarazo no eran lo suficientemente fuertes como para excluir los riesgos. La ausencia de evidencias no equivale a la certeza de la ausencia de daños”.
“El nivel de alcohol y el momento en el que se produce un daño al feto se desconoce y tiende a variar de un embarazo a otro. La nutrición, el genotipo, el fenotipo, la etnia, el metabolismo y el consumo de tabaco también afectan. La influencia de cada una de estas variables nunca se puede conocer del todo para cada embarazada; el único consejo ético que se puede dar es la abstinencia del alcohol en el embarazo”.
No, según Patrick O’Brien
El ginecólogo resume de esta forma las pruebas sobre el asunto: “Un consumo intenso en el embarazo puede causar síndrome alcohólico fetal; hay algunas evidencias de que el alcohol en el primer trimestre puede aumentar el riesgo de aborto espontáneo; y hay trastornos menos severos que el síndrome alcohólico fetal que entran dentro del paraguas de términos de los trastornos del espectro alcohólico fetal. Una considerable incertidumbre se mantiene en los bordes borrosos de la robusta evidencia. Por ejemplo, ¿cómo de frecuentes son los trastornos del espectro alcohólico fetal y qué proporción de estos casos se puede atribuir al alcohol?”.
Sin embargo, respecto al bajo consumo sostiene: “El Departamento de Salud aconseja: ‘Si usted está embarazada, o planea estarlo, debe evitar el alcohol totalmente. Pero, si decide beber, no debe superar más de una o dos unidades de alcohol una o dos veces a la semana para minimizar el riesgo para el bebé [1 o 2 copas de vino, una o dos veces en semana]’. Sin embargo, la Asociación Médica Británica aconseja, y lo ha reiterado en su reciente conferencia anual, que ‘a las mujeres embarazadas, o que están consideran estarlo, se les debe recomendar no consumir ningún tipo de alcohol”.