El conductor reveló que Jerónimo hace malabares para ganar dinero.
Tras pasar meses muy difíciles por su internación por Covid-19, Julián Weich regresó a la televisión como invitado del programa PH, Podemos Hablar. Allí el conductor sorprendió al hablar sobre varios temas pero el que más llamó la atención fue el relato que hizo sobre la “vida hippie” de su hijo Jerónimo.
“Mi hijo a los 19 años tenía lo que tiene un chico de clase media, que tiene la chance de elegir. Estudiaba cine, jugaba al rugby en el Liceo Naval, trabajaba en un gimnasio. Tenía una vida normal. Pero un día me dice ‘me voy de mochilero al norte’. Yo, que soy más fanático del rugby que él, pensé: ‘Se va tres meses y vuelve para la pretemporada’. Pero el pibe no volvió más. Se fue y apareció en México”, comenzó ante la sorpresa de los presentes.
“Después su viaje empezó a evolucionar con una búsqueda interna. Al principio fue de exploración y, de pronto, se transformó en uno de autoconocimiento, porque empezó a vivir ese viaje como algo espiritual”, continuó.
Con respecto a cómo hizo su hijo para ganarse la vida, Weichexplicó: “Aprendió a hacer malabares. Es el típico que vos ves y le preguntás de dónde es y te responde: ‘De Venezuela, de Colombia, de Argentina’. Vive así, hace malabares y con eso consigue la plata”.
Luego de esto, el conductor confesó que se sintió muy preocupado: “La cuestión es que hizo un viaje eterno y en un momento me preocupé, y dije: ‘Estoy criando a un drogadicto y no me doy cuenta’. Porque probaba esto y lo otro. Pensaba: ‘Me equivoqué, me equivoqué. ¿Cómo lo recupero a este pibe?'”.
“Entonces, dije: ‘Ya sé, lo llamo y le digo que lo extraño y que se venga, que después lo mandaba de vuelta a donde esté’. Era solo para verlo. Pero cuando lo fui a buscar a Ezeiza, te juro que lo hubiese dejado ir de vuelta, porque yo estaba totalmente equivocado. Lo que me contaba de su viaje no era mi fantasía, era un viaje de autoconocimiento de él, me hablaba de meditación y de yoga. Yo era el que estaba mal, yo era el adicto”, cerró revelando que Jerónimo lo hizo cambiar de opinión.