La carrera de Madonna es incomparable para muchos, pero hay un trabajo que desearía no haber dejado pasar… y otro del que fue despedida.
A estas alturas, pocos discuten la dimensión de Madonna (63) como artista. De manera generalizada, existe cierto consenso al definirla como la mujer más influyente y exitosa de la historia de la música. Y aunque sea la faceta en la que más ha destacado, lo cierto es que su impacto en otros ámbitos como la moda, la publicidad o el cine han dejado igualmente una huella indeleble.
Ejemplo de mujer empoderada mucho antes siquiera de que el término se pusiera de moda, Madonna ha hecho literalmente lo que le ha dado la gana en todo momento sin tener en cuenta el qué dirán. “Los artistas están aquí para perturbar la paz”, aseguraba anoche en The Tonight Show, el espacio conducido por Jimmy Fallon en la NBC, con motivo del estreno de su último documental, Madame X. Un resumen bastante preciso de lo que ha sido su trayectoria vital y profesional.
Sobre su faceta como actriz, Madonna reconoce que se arrepiente enormemente de haber rechazado un papel en una de las películas más icónicas de los últimos lustros: Matrix. “¿Puedes creerlo? Me quería morir. Es una de las mejores películas jamás hechas. Una pequeña parte de mí se arrepiente de ese momento de mi vida”, se lamentaba al confesar que esquivó una película premiada hasta la saciedad y que recaudó cerca de 470 millones de dolares en todo el mundo.
Madonna confirmó que también que rechazó el papel de Catwoman en Batman Returns y un papel principal en Showgirls, aunque solo lamenta lo primero.”Vi los dos películas y lamento haber rechazado a Catwoman, pero no me arrepiento de lo de Showgirls”, zanjaba.
De igual forma, también confirmó un trabajo del que fue despedida en sus inicios. “Uno de mis primeros trabajos cuando llegué a Manhattan fue en un Dunkin’ Donuts, y fui despedida por jugar con la gelatina”, compartía Madonna divertida con un tono que hizo estallar en carcajadas a su anfitrión, que no quiso saber más sobre esa historia.