Eduardo Leiva estaba internado en Tandil, en donde vivía con su actual esposa. Su cuadro se agravó, debieron intubarlo e inducirlo al coma farmacológico. Hace cuatro días había fallecido, también de COVID-19, el manager de la cantante
El martes por la tarde falleció de coronavirus el padre de Ángela Leiva. Eduardo -tal era su nombre- había superado un cáncer y al día siguiente le diagnosticaron COVID-19, su cuadro de agravó, debió ser intubado e inducido al coma farmacológico.
Hace poco menos de un mes -el pasado 8 de abril- la cantante había compartido en su Instagram una foto junto a su padre y escrito un posteo en el que expresaba su emoción porque había superado al cáncer después de un año. “¡Les presento al ganador de la batalla más grande de su vida!”, dijo por esos días junto a una imagen en la que está abrazando a Eduardo. “Este hombre es mi papá y venció al cáncer. Te amo, pa. Valiente, héroe, nuestro orgullo. Gracias, papito, por esta alegría. Gracias por elegir la vida”, fue el mensaje que le dedicó en la red social en la red social en la que tiene un millón de seguidores.
El cuadro de coronavirus de Eduardo Mario Leiva -tal era el nombre completo del padre de Ángela- se había complicado hace algunos días y había sido intubado e inducido al coma farmacológico. Estaba internado en un hospital de Tandil, ciudad en la que residía junto a Ani, su actual esposa, quien mantenía al tanto a la cantante y le enviaba cada parte médico.
“Acompaño desde la distancia y con amor. Ahora me está por llegar el parte de hoy”, había dicho la cantante el 28 de abril pasado cuando estuvo invitada a Lo de Mariana, por El Trece. Allí, además, contó que en sus redes sociales solo había celebrado que su padre se había curado del cáncer y no había hecho mención sobre el nuevo diagnóstico de su padre. “Me quise quedar con esa noticia. No soy una influencer. No cuento todo lo que hago. Conté eso porque es un ejemplo de vida. No es fácil luchar contra el cáncer”, dijo y recordó que su madre falleció de esa enfermedad hace ocho años.
Al día siguiente de que los médicos le informaran a Eduardo que había superado el cáncer, le diagnosticaron coronavirus. “Fue un baldazo de agua fría”, dijo la actriz que ayer había estado grabando La 1-5/18, la ficción de Polka en la que tendrá una participación. Hasta el momento no se sabe si pudo viajar a Tandil a despedir a su padre.
La cantante también había sufrido la pérdida de su manager, Carlos Varela, que había contraído coronavirus. Y el último fin de semana lo despidió con un emotivo posteo. “Y con tus años muy bien puestos tuviste que acostumbrarte a trabajar con una pendeja de mierda como yo, que con su despiste uno de esos primeros días que empezamos a trabajar te dijo: ‘¿Carlos, te puedo decir Viejo? Porque se me hace mucho más fácil que decir tu nombre!’ Jaja qué atrevida, qué mal educada”, recordó Ángela.
“Pero vos sabías que era un apodo con amor. No te gustó un carajo (como buen calentón que eras) pero después te acostumbraste y todo el mundo te llamo de la misma manera. Tres años pasaron de ese día que nos conocimos. No fue amor a primera vista, pero sí fuiste el preferido desde ese día. No me hizo falta conocerte mucho más, porque tus ojos ya me buchoneaban la maravillosa persona que eras. Llegaste en el momento más caótico de mi vida, llena de miedos, de desconfianza, de dolor, me agarraste de la mano y me llevaste por el camino correcto, haciendo de mis dolores también los tuyos, poniendo tu cuerpo y tu sabiduría me enseñaste qué era realmente lo correcto, que sí se podía ser honesto y apasionado, que sí se podía ser un amigo y un manager, que esa combinación también podía ser real”, recordó sobre el día en que conoció a su manager y comenzaron a trabajar juntos.
Dicho posteo, según el relato de Ángela, lo escribió mientras lloraba por su partida. “Pero no son esas mismas lágrimas que vos secaste hace unos años, son lágrimas de amor y felicidad. Porque te voy a extrañar tanto, Viejo, porque sos irreemplazable. A todos les deseo que alguna vez tengan un Carlos Varela en sus vidas. Gracias, Viejo, Gracias”.