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BUENOS AIRES: Fue investigado por el secuestro y asesinato de Matías Berardi y ahora es candidato a concejal del Frente de Todos en Tigre

BUENOS AIRES: Fue investigado por el secuestro y asesinato de Matías Berardi y ahora es candidato a concejal del Frente de Todos en Tigre

A Alejandro Ríos el intendente Zamora lo designó director del Puerto de Frutos y quiere que ocupe una banca en el Concejo Deliberante. Cuál fue su vinculación con el brutal crimen del 2010 y qué respondieron en la Municipalidad

Los padres de Matías Berardi, el joven de 16 años que fue secuestrado y asesinado en Tigre en 2010, están indignados ante lo que consideran una nueva injusticia en torno a lo que pasó con su hijo. Es que Alejandro Ríos, quien fue mencionado e investigado en la causa por ese horrible crimen, se presentará como precandidato a concejal por el Frente de Todos justamente en esa localidad del norte del Conurbano. El hombre, que actualmente se desempeña como director del Puerto de Frutos, estaba en pareja con una de las principales acusadas y tienen un hijo en común.

Once años después, el dolor no cede y la impotencia ante la ausencia, tampoco. Para la familia Berardi cada día que pasa es una herida perpetua que no cierra. Y que volvió a quedar expuesta por una decisión política que tiene argumentos tan formalmente correctos como humanamente discutibles. Los protagonistas, con sus razones, hablaron sobre este hecho y defendieron sus puntos de vista. Unos aferrados al principio constitucional de la inocencia y los otros, que lloran, al derecho de las víctimas a ser escuchados y, sobre todo, cuidados.

El hombre en cuestión es Ríos. Se llama Ramón de primer nombre, aunque usa y se hizo conocido por el segundo, Alejandro. Ocupa el lugar 4 de la lista de precandidatos a concejales por decisión de Julio Zamora, el intendente de Tigre y esposo de Gisela, la mujer que encabeza la boleta. Ríos responde directa y lealmente al alcalde, quien lo premió con la dirección de uno de los lugares más emblemáticos del Municipio. Pero antes de la actividad política, el nombre del puntero peronista había quedado envuelto en uno de los casos policiales más impactantes de los últimos años. Aunque la Justicia descartó la vinculación con el secuestro y asesinato de Matías, la familia Berardi mantiene sus sospechas. Alejandro Ríos había sido pareja -y tuvo con ella un hijo- de una de las principales acusadas por el aberrante secuestro seguido de muerte.

El secretario de Comunicación de la Municipalidad de Tigre, Ignacio Castro Cranwell, fundamenta la decisión de Julio Zamora de mantener a Ríos en la lista. “No está ni jamás estuvo imputado en la causa. No tiene ninguna vinculación. Era novio de una de las imputadas pero Alejandro no tuvo ninguna vinculación con la causa. Ni como imputado ni como testigo ni nada”, respondió ante la consulta de Infobae sobre si conocían sus antecedentes.

“No puedo concebir que una persona esté tan vinculada a un hecho de esta gravedad esté asumiendo un cargo público y que encima esté postulado para otro”, manifiesta en diálogo Juan Pablo Berardi, padre de Matías, al ser consultado sobre la precandidatura. Y agrega. “Esto va más allá de cualquier vinculación política. Esto excede absolutamente eso. Va por otro lado. Es por la gravedad del hecho. No se trata de un acto de gravedad común”.

“Lo que más me preocupa a mí es que para que este hombre siga ocupando un cargo público mínimamente tiene que ser investigado. El principal acusado -del secuestro seguido de muerte- lo mencionó claramente y, pese a eso no se lo investigó”, recuerda el papá del joven cruelmente asesinado en 2010, cuando apenas tenía 16 años y toda la vida por delante..

Un crimen horrible

Matías Berardi fue secuestrado el 28 de septiembre de 2010 en el cruce de la ruta 26 y Panamericana, en Ingeniero Maschwitz. Había ido a bailar al boliche Pachá, ubicado en la avenida Costanera Norte porteña. Una combi lo dejó en ese lugar cerca de las 5.30 de la madrugada. Cuarenta minutos después llamó llorando a su padre contándole que estaba secuestrado.

Los delincuentes iniciaron una serie de llamados extorsivos a la familia de la víctima exigiéndoles un rescate de 30.000 pesos. Según se probó en el juicio oral, la banda trasladó al chico a un taller ubicado en avenida Sarmiento 407, de Benavídez, partido bonaerense de Tigre.

Tras pasar 14 horas cautivo, el joven logró escapar y comenzó a pedir ayuda entre los vecinos a quienes les decía que lo tenían secuestrado, pero no logró que nadie lo ayudara, ni refugiara.

Enseguida, los secuestradores lograron recapturar a Berardi a dos cuadras, en las puertas de un cementerio. Las mujeres cómplices del secuestro salieron a la calle a los gritos a decirle a los vecinos que en realidad era un ladrón que había intentado robarles, para que no lo asistieran.

La víctima fue trasladada a un descampado, donde los asesinos le efectuaron dos disparos a sangre fría.

En abril de 2013, cinco de los 11 imputados que tenía la causa fueron condenados a cadena perpetua, mientras que otros cinco involucrados en el secuestro y crimen recibieron penas de entre 17 y 24 años. Una joven, que en ese momento tenía 17 años, fue absuelta.

Entre los condenados estaban Jennifer Stefanía Souto Moyano que recibió una pena de 17 años y su padre Richard Fabián Souto. El hombre, en una de sus declaraciones indagatorias, dijo en referencia al secuestro: “Pregúntenle al hijo de puta de mi yerno”. Se refería a Alejandro Ríos, que en ese momento estaba en pareja con Jennifer y tenían un hijo en común.

Según fuentes allegadas a la causa, Ríos fue investigado por el fiscal Fabián Matilla pero nunca se le pudo probar una vinculación con el secuestro. Ni siquiera fue llamado a declarar. Actualmente Ríos está en pareja con otra persona pero mantiene contacto con la madre de su hijo.

Según la presentación del FDT realizada a fines de julio, Ríos figura 4º en la nómina de candidatos que encabeza Gisela Zamora, la esposa del actual intendente.

En cuanto al resto de los condenados por el secuestro y posterior asesinato, a principios de este año varios de ellos solicitaron a la justicia una morigeración de la pena, es decir que pidieron la domiciliaria. El 21 de enero la Cámara de Casación le rechazó ese beneficio a Celeste Verónica Moyano, que fue condenada a 19 años.

La Sala de Feria del Máximo Tribunal Penal, integrado por los jueces Mariano Hernán BorinskyDaniel Antonio Petrone y Juan Carlos Gemignani, resolvió habilitar la feria judicial para tratar el recurso de casación interpuesto y lo declaró inadmisible. El tribunal valoró que el hijo de Moyano se encontraba al cuidado de su tía.

La defensa de Moyano ya había solicitado con anterioridad su detención domiciliaria para asistir a su hijo y ese pedido también había sido denegado por la Sala III de la Cámara Federal de Casación Penal y por la Corte Suprema de Justicia de la Nación.

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